Dati bibliografici
Autore: Leopoldo Chiappo
Tratto da: Revista teologica limense
Numero: 27
Anno: 1993
Pagine: 318-333
Con Dante y Virgilio, estamos en la entrada de la ciudad de Dite, nombre pagano de Belcebu, Ilena de apesarados condenados ("coi gravi cittadin") y del gran tropel de demonios ("col grande stuolo"). Efectivamente, como la sociedad deteriorada y corrompida de los hombres, la ciudad infernal es una sociedad copiosa y rigidamente militarizada (el "grande stuolo" es el gran ejército de los demonios armados, angeles caidos, fracasados del espiritu) y en ella sus miembros, los ciudadanos, estin cargados, gravados, de angustia e inseguridad, Ilevan el peso de la vida adversa, del ambiente hostil (los "gravi cittadin", seres humanos, los condenados, sometidos al peso mental de la penuria). Es la gravedad del mal, contraria a la Jevedad y vuelo del espiritu. Se trata de la ciudad doliente ("città dolente", Inf. III, 1). Las murallas férreas de la ciudad de Dite nos muestran fisicamente el cufio carcelario, la cerrazòn material y psico-espiritual de un mundo humano degenerado, venido a menos, oprimente. El jefe politico de semejante repiiblica infernal es Dite, el emperador del doloroso reino ("lo ‘mperador del doloroso regno" Inf. XXXIV, 28) y con su ser triste y aparecer horrendo de paralitico sifilitico deteriorado marca el sello de una dictadura cruel y corrompida.
En la Comedia de Dante, como en todo "relato visionario" (Corbin), hay un aspecto imaginal y un sentido espiritual. Y por eso, que con inteligencia sana hay que desentrafiar el simbolo de la palabra poética dantiana y penetrar en la doctrina que se esconde bajo el velo de los versos extrafios. Entonces hay que analizar lo siguiente: 1. La prepotencia arrogante de la milicia diabélica y su efecto sobre los viajeros ultramundanos; 2. La presencia furiosa de las Erinias; 3. La amenaza de la aparicion de Medusa, la gorgona; 4. La aparicion del angel y su accién bienhechora. Y en esto podra verse la situacion agobiante de los hombres en la ciudad violenta y la perspectiva realista de la esperanza. Lo que aparece en la fantasia inteligente es lo que ocurre en la realidad vivida.
Y en verdad, desde la perspectiva de la Comedia de Dante podemos lograr una cierta comprensiòn psicoespiritual de la realidad humana, que incluye tanto la degradaciòn como la gracia. Se trata de descifrar el simbolo, ver el profundo sentido psicoespiritual que yace secretamente bajo la apariencia imaginal suscitada por la palabra poética.
Dante, el peregrino transmundano, y su gufa Virgilio, el poeta romano, quien ha sido encomendado por Beatriz para socorrer al que llamo "l’amico mio, e non de la ventura" (Inf. II, 61), asediado por la lujuria, la soberbia y la codicia, presto a sucumbir totalmente, se encuentran, efectivamente, en la entrada de la ciudad de Dite, en el umbral del profundo infierno. Nosotros presenciamos la escena. Instalados en los endecasflabos dantianos podemos asomarnos, como desde una ventana. La palabra poética abre en nuestra mente una suerte de espacio imaginal. En ese espacio nos reunimos los lectores de la Comedia, lectores de tantos siglos y de tantos paises.
Veamos lo que est pasando. Los demonios arbitrariamente niegan la entrada a los viajeros del mas all y deciden cerrarle la puerta en las narices nada menos que a Virgilio, "l’altissimo poeta" (Inf. IV, 80), "il mar di tutto il senno" (Inf. VIII, 7), es decir, "el altisimo poeta", "el mar de toda la sabia cordura”. Ante la actitud hostil e insolente de la soldadesca diabolica de negarle el paso, a pesar de la justificacion celestial y mandato de lo alto alegados y que anteriormente le habian servido de salvoconducto, Virgilio, nada menos que el maestro y conductor, y en verdad el autor de la iniciativa y ejecucion del viaje de Dante-protagonista, queda desconcertado, irritado, inseguro y dudoso. Dante-personaje lo ve retornando, luego de hablar con los demonios, con el cefio fruncido y el semblante demudado, el andar lento y los ojos gachos. Nosotros, lectores, también. Pero Dante-protagonista està alli, en la situacion real angustiosa del Infierno. Y, por ello, se siente aterrorizado. Es que Dante, con las palabras amenazadoras e insolentes de los demonios, y ante el desconcierto de su guia y protector, al que se le nota inerme y desalentado, toma conciencia de estar atrapado y se hunde en el espanto de no poder salir nunca del encierro infernal. No en vano tal opresion existencial: la sarcastica y amenazante vigilancia infernal se lo ha hecho saber. En efecto, los diablos gritan refiriéndose a Dante-personaje: "Sol si ritorni per la folle strada: / pruovi, se sa..." ("que se regrese sélo por el camino de loca necedad en el que se ha metido: pruebe a ver si sabe..." Inf. VIII, 81-93).
Cabe preguntarse por qué esta resistencia arrogante de los demonios? por qué en la puerta de la Ciudad de Dite los demonios no obedecen a la noticia que Virgilio les da de la mision y mandato de lo alto que tiene este viaje? En otras ocasiones, ante la ira y la resistencia inicial de los demonios al vera Dante vivo, ha bastado que Virgilio haya indicado la mision celestial que cumplia para que inmediatamente cesase esta resistencia, y el demonio, mente malevolente y negativa, obedeciese no sin dar muestras de confusion o desagrado, o cobarde claudicacion . En cambio, en esta oportunidad la cosa es completamente diferente. Veamos.
Con Dante-protagonista y Virgilio-guia estamos nosotros ante la puerta cerrada y al costado de la muralla de la ciudad de Dite que es el limite entre el quinto circulo, el de los iracundos, amargados y envidiosos, en el pantano oscuro, y el circulo sexto, al interior tras la muralla y que es cl circulo de los no-creyentes, herejes, y, en especial, el lugar de los epicireos, es decir, de aquellos que pensaron que el alma morfa conjuntamente con el cuerpo. Estamos entre iracundos y ateos. No es extrano, entonces, que las palabras relativas a una voluntad divina, aquellas de un mandato de lo alto, les fuesen totalmente ineficaces, tratndose de demonios carcelarios situados entre la ira y el nihilismo metafisico. Para oidos sordos a la palabra de lo eterno y trascendente, oidos solo sensibles para el ruido de la vida y del mundo, para mentes afincadas en el tiempo y en el devenir, en suma, para la mente diabolica que tiene una actitud radicalmente blasfema ante la santidad de la vida suprema, ya que la niega, es obvio que las indicaciones de la gracia resultan totalmente desprovistas de significado. Y los diablos eran, también demonios de la ira. En suma, los diablos reaccionaron ante las palabras de Virgilio con insolente incredulidad, rabiosamente adversos a aceptar una voluntad divina. Es la proximidad de los epicureos, cuya guardiania ejercen. Pero estos demonios que estfn en zona limitrofe, se muestran recalcitrantes con la violencia agresiva y malvada de los amargados, iracundos y envidiosos. Amenazan malignamente a Dante, por envidia de su privilegio y lo hieren en lo més débil que tiene Dante: su temor a quedar atrapado en la soterrada y cruel entrana infernal.
Estamos presenciando una situacion existencial que podria ser vista como infiernizacion psico-espiritual de la vida humana. Es decir, se trata de una relacion viciosa del hombre con la injusticia, lo cual envenena la mente de inseguridad, de miedo, de duda. Y, ademas, hay la irritacion a causa de la prepotencia arrogante de los poderosos, lo cual intoxica de resentimiento impotente. Se està sometido a una situaciòn de violencia irracional bajo cuya presion el psiquismo rebaja su calidad y el alma queda sepultada. Es el riesgo de frustraciòn psico-espiritual a que està expuesto el hombre por la adversidad, situacion constrictiva externa, generalmente a causa de los demas. En este caso, se trata de los espiritus malévolos, los demonios, ellos son "los demas" que entristecen la vida.
Tanto el maestro, Virgilio, el sefior de la razon, como el discipulo, Dante, aprendiz espiritual en la experiencia infernal, estàn azorados. Es decir, la oposicion diabolica injusta los ha conturbado y sobresaltado, dejandolos en el estado de la incertidumbre, perplejos. Es una situacion grave, pues impide la continuacion del camino y, por ende, el cumplimiento de la mision espiritual. Se està en el riesgo de la frustraciòn de la existencia, pues existir es trascender, realizar el sentido espiritual de la vida. Es un momento constrictivo de adversidad. Y el estado espiritual es de temor, de angustia, un sentimiento de opresiòn. Es la terrible vivencia de la duda. Y, como recuerda Francesco Buti, comentarista dantiano del siglo XIV, "las dudas hieren la mente como las Ilagas al cuerpo" . Pero la situacion va a ser atin màs grave.
Las adversas fuerzas del mal siguen ensenooreandose de los viajeros, Dante y Virgilio. Simbolicamente representan la realidad de la experiencia humana: se trata de la brusca aparicion de las Erinias, las tres Furias, Megera, Alecto y Tisifona, las tres sirvientas de "la regina de l’ettemo pianto" (Inf. IX, 44). Las Erinias, seres mitologicos de la cultura greco-romana, son aqui en la Comedia la forma de aparicion de los demonios del Infierno, su consistencia entitativa es demoniaca, son diablos o angeles caidos que se aparecen a Dante y Virgilio representando personajes mitologicos . Son las Furias, la ira enconosa y agresiva, hijas de la tristeza y de la amargura cronicas, el simbolo de la desazon existencial y del desabrimiento de la vida, la negacion de ser y el disgusto de vivir. Estas sirvientas de la reina Proserpina, mujer de Pluton, Dite, rey del Infierno mitologico, son la representacion mas aguda de la ira desencadenada, de la violencia sin limites, de la expresion impotente de la frustraciòn que se desahoga, estéril y destructivamente, en la conducta desorganizada de la agresiòn.
Es interesante diferenciar el caricter de cada una de las Furias. En primer término hay que incidir en la calificaciòn de Dante: "... le meschine / della regina dell’etterno pianto" ("...las sirvientas esclavas de la reina del eterno Ilanto"). Se trata de que la ferocidad de las Erinias ("le feroci Erine") deriva genéticamente de la reina de la amargura fundamental; la ira es la cara externa y agresiva de la tristeza del fracaso existencial, la amargura de la vida marchita; y, por el contrario, la benignidad pacifica es la expresion externa de la plenitud de la existencia y del florecimiento de la vida. En cuanto a las Furias, llamadas con el nombre griego de "erine", eran, en la antiguedad, "diosas de la maldicién y de la venganza y que persegufan y castigaban a los violadores del orden moral" . Son las antecesoras de las Furias que representaron en la Edad Media, papeles relacionados con la envidia, el miedo y el remordimiento, tres pasiones que, psicologicamente, suelen estar en la base de la rigidez moralista, impura espiritualmente, y por la cual se condena, persigue y castiga muchas veces, menos por estimativa espiritual recta de justicia y razon, que por desquite y pasiòn. Es decir, por envidia, por miedo o por autorreproche se condena a otros proyectando y enmascarando esas pasiones dentro de reglas y acusaciones falsamente moralizantes. En efecto, no siempre, pero si muchas veces, la rigidez moralista resulta ser una racionalizacion de instintos frustrados, solo una màscara censuradora - y agresiva contra el projimo - de los deseos reprimidos y que siempre permanecen latentes como impulsos insatisfechos y que, por resentimiento, se descargan con la violencia pretendidamente decente de la condenacion moral. Megera, fue vista como "esaltazione del livore", exaltacion de la lividez, vale decir, de la envidia, ambicion, ansiedad por ser y por tener lo de ou, Alecto, "assenza di requie", ausencia de tranquilidad y paz, vale decir, miedo, tensiòn, "stress", estado cronico de alarma y cuidado, ansiedad; Tisifona, "fio del sangue sparso", pena y castigo de la sangre derramada, vale decir, remordimiento, penuria inconsolable, autorreproche terrible, incesante e irracional .
Las Erinias aparecen bruscamente sobre la alta torre que emerge sobre el muro de la ciudad de Dite, alli donde comienza el bajo infierno. Son mujeres horrendas, todas ellas manchadas de sangre, sus cabellos son crines gruesas hechas de serpientes, también sus frentes estin cefiidas de hidras verdisimas. Se presentan en su habitual estado de iracundia, se abofetean mutuamente y se agreden a si mismas aranandose el pecho, y los gritos de tanta ferocidad y violencia agresiva eran tan altos que Dante, de terror, se apretò estrechamente al cuerpo de Virgilio en acto espontàneo de protecciòn. La escena es de una violencia paroxistica, el extremo de la voluntad agresiva y destructiva, el horror del odio y de la descomposicion de las actitudes y rostros. Se trata de una situacion simbolica de la experiencia humana del miserable estado psico-espiritual de extremas vivencias de ira y de respuestas agresivas, tanto contra si como contra otros seres, motivadas por una fundamental frustracion existencial. Pero esta situacion existencial de negacion va a Ilegar a extremos més graves aun. Si la violencia destruye la paz, lo que viene es el riesgo de destruccion del fundamento de la vida humana.
Aqui la experiencia del desamparo llega al extremo. Es el riesgo de la desperacion. El simbolo es la amenaza de aparicion de la Gorgona. Efectivamente, en el paroxismo de la ira las Furias se exceden en el desahogo gritando: "Vegna Medusa; sì ‘l farem di smatlo” (“Venga Medusa: asì lo convertiremo en piedra", Inf. IX, 52). Es la menor de las Gorgonas, las hijas de Forco, un dios marino, y las Furias miraba su rostro quedaba inmediatamente convertido en piedra. Se trata de que las Furias quieren desquitarse en Dante la ira sofrenada que les ha causado el no haber podido vengar el asalto de Teseo, que entré vivo al Infierno para raptar a Proserpina y que fue liberado por Hércules. Por eso las Furias agregan unas palabras de venganza y de desquite: "mal non vengiammo in Teseo l’assalto" ("mal no nos vengamos en Teseo su asalto", Inf. IX, 54). Lo cual revela el encono reprimido de transferir a otro, inocente, en este caso Dante, la descarga de una violencia generada en otro hecho diferente y no desahogada y mas bien anidada y corrompida en el fondo del corazòn. Dante es aqui objeto de una animadversion anonima, victima de una agresiòn no originalmente destinada él. Es lo que frecuentemente sucede en la vida real, por la cual la carga de resentimiento acumulada socialmente se desahoga en terceras personas que resultan asi destinatarias desgraciadas de un horrible mal inmerecido. El resentido acumula venenosamente rencor vengativo y transfiere real o simbolicamente a otro objeto de agresion la ofensa recibida anteriormente, ofensa real o imaginada por suspicacia. Son las Erinias del Infierno la representaciòn simbolica de un hecho real de la sociedad decaida espiritualmente. Todas las formas del prejuicio social, racismo, envidia del status socio-economico, transferencia del odio sexual a la mujer o al hombre, estan incluidas en este pasaje simbolico de la Comedia, incluyendo los crimenes del terrorismo, politizacion racionalizadora del odio y del resentimiento, de raiz psicopatica.
La amenaza de las Erinias puede realizarse en cualquier momento. Dante-protagonista està en grave peligro. La petrificaciòn es el màs grave y definitivo obsticulo que impide la prosecuciòn del camino: la petrificaciòn es el obstaculo en si mismo, no es el impedimento extrinseco, que viene de fuera, no, es la paralizaciòn desde dentro. La petrificacion es el simbolo de la estrangulaciòn misma de la libertad. Es que la libertad es la fuerza de crecimiento del proyecto esencial de ser uno mismo, es la fuerza intrinseca de la autorrealizaciòn de la propia esencia, la libertad puede enfrentar la existencia a los obsticulos externos, pero la petrificacion genera el obsticulo en el propio ser.
Si ex-sistir es ser hacia afuera, abrirse en la auto-realizacion, y la libertad es precisamente la capacidad de crecer desde uno mismo, la libertad realiza la esencia del propio ser contra los impedimentos, sea sobrellevindolos, superindolos o cancelindolos, la petrificacion determina una suerte de congelaciòn existencial, de limitacion en el estrechamiento en la forma inmévil o, si se quiere, de estrechamiento en la limitacion de la forma inmovilizada, sin crecimiento, constrenida, del ser asi congelado, sin fuerza ni vida ni calor de crecimiento y florecimiento y fructificaciòn de la vida. La petrificacin es la contra-vida, la contra-libertad, la deshumanizaciòn total del hombre .
La hostilidad del medio, intensificada con la amenaza de las Furias, requiere una respuesta por parte de los personajes alli atrapados en el umbral del bajo infierno y rodeados por los condenados, inmundos del barro putrido y pestilente del pantano y que aprovechando la ausencia de la soldadesca diabolica que se ha refugiado a puerta cerrada tras del muro de la ciudad, se ha salido a la orilla para aliviarse de la asquerosa inmersiòn en las aguas negras . Y la primera respuesta es la actitud protectora de Virgilio que conviene razonablemente. En efecto, Virgilio ripidamente hizo dar vuelta a Dante colocandolo de espaldas a las Furias y en direccion opuesta a la de la posible apariciòn de la Gorgona. Y para mayor seguridad no se conformo con haberlo vuelto de espaldas e indicarle que cerrara los ojos y se cubriera con las manos los pàrpados, sino que él mismo con sus propias manos, colocandolas sobre las de Dante, asegurò la total imposibilidad de que, en caso apareciera el terrible y temible rostro de Medusa, Dante pudiera mirarlo. Quien mira el rostro de Medusa queda convertido en piedra. Virgilio al proteger a Dante actua razonablemente con los recursos accesibles a la accion ejecutora de la razon. Pero la razòn es insuficiente. Protege como respuesta inmediata de emergencia. Pero no resuelve la situacion de enclavamiento a que han quedado reducidos los poetas por la accion obstacularizadora diabolica. La medida racional no puede prolongarse indefinidamente. El peligro de petrificacion subsiste. Y con ello, el riesgo de aniquilacion paralizadora de la vida. Es decir, la mas aherrojante experiencia afectivo-espiritual: la desesperaciòn. Y en tal vivencia el riesgo de perder la existencia por naufragio de la libertad: es el hundimiento de la ex-sistencia en la prision estéril de la piedra. Queda impedido el crecer hacia afuera desde dentro, queda detenida la expansion de la vida en tanto vida humana que es la libertad.
Se està llegando al més bajo nivel psico-espiritual de la vida humana, la anti-vida, el desamparo radical, la muerte de la esperanza. Es decir, el infierno del infierno . La desesperacion viene a ser la infiernizacion de la experiencia humana de la vida. Tal es el simbolo de la gorgona Medusa en el Infierno de la Comedia de Dante .
Cuando se da esta situacion de atrapamiento existencial en el cual el recurso de la razon resulta limitado, el hombre se abre hacia una nueva instancia de la vida, una instancia suprarracional. Pero eso no es ficil. Lo inmediato es la experiencia de la duda. Y la duda agrava atin mas la situacion, pues pone reparos a la esperanza y, en cierto sentido, tiende a marchitarla, si es que no ocurre que primero aparezca la duda, el terreno infértil que no deja brotar a la esperanza. Y asi, en verdad, ha ocurrido: los poetas han pasado de la experiencia de la duda (Inf. IX, 1-15) y del espectaculo de la frustracion-agresion (Inf. VIII, 31-63; IX, 34-51) al riesgo de la desesperaciòn (Inf. IX, 52-54). Pero, mas alla de la duda, mas alla de los enconos y de las estridencias en que la frustracion se desahoga en ira agresiva y destructora, cuando viene la inminencia paralizante y opresora de la desesperacion es que se ha Ilegado al limite: el riesgo maximo de la petrificacion, la muerte espiritual, la total enclavacion que implica el estrangulamiento ab intra de la libertad. Es el momento critico que abre el espacio para la posibilidad suprarracional.
Y es cone cuando aparece el ingel. La escena es sobrecogedora. Si tomamos los versos dantianos como ventanas de contemplacion, como miradores del vasto espectaculo que nos muestran las palabras poéticas, entonces se nos abre la escena imaginal con la nitidez de la realidad . Es asi, los vemos, alli estan, Virgilio y Dante, perplejos. Virgilio tiene cerrados los ojos de Dante ante el horror de la aparicion de la gorgona Medusa, ambos rodeados del deprimente y tuguriesco espectaculo de los condenados del quinto circulo del Infierno: en la orilla del cenagoso y pestilente pantano se han apinado los enconosos amargados de la ira negra y reprimida, los iracundos de la ira roja y explosiva y, también, los envidiosos y vengativos del resentimiento y del odio a toda grandeza o poder, todos ellos sumidos en la triste tristeza de la vida . Estan en la orilla aprovechando el autoencierro de los demonios vigilantes, son millares de cuerpos desnudos y embarrados por el lodazal del cual se han escapado, y, ain estàn mojados con sus aguas negras. Los condenados tienen cuerpos ficticios y, por eso, no solo se han hecho visibles sino que sus almas sienten los tormentos y los sentimientos, y manifiestan las expresiones para los cuales se requiere cuerpo. Segun lo explica el penitente liberado Estacio a Dante-personaje, en el camino de la cornisa de los penitentes por la gula a la cornisa de los que se purifican de la lujuria, su cuerpo ficticio ha sido hecho de material aéreo informado por el alma (Purg. XXV, 76-108). Los cuerpos ficticios, pero visibles, de los condenados muestran sus semblantes oscurecidos y deteriorados por sus sordidas pasiones predominantes, la ira, la amargura y la envidia, y ademas por la inmundicia del barro apestoso y putrido del pantano, ya que se han apoderado de las orillas, aprovechando la ausencia de vigilancia demoniaca. No hay que olvidar que, en contraste con el rostro luminoso, feliz y apacible de los bienaventurados, los condenados tienen semblantes desprovistos de luz y de gracia, son semblantes acordes con la irracional pasion torcida de su interioridad animica (Par. IX, 70- 72) . En ese escenario de suciedad e ignominia y precedido de un tempestuoso vendaval, aparece el angel.
Efectivamente, mientras Dante aun tiene cerrados los ojos para evitar la mirada de la gorgona, estando asi al borde de la desesperacion, de pronto sobre las turbias ondas y entre las nieblas negras y humos pestiferos del pantano, se oye venir el estruendo de un ruido aterrador que estremece las aguas hasta las orillas, como si hubiese surgido un viento impetuoso, un viento turbulento y feroz, de esos, que irrumpen en la selva, arrancan drboles de raiz, destrozan plantas y ramas o que avanzan polvorientos y soberbios, haciendo huir ovejas y pastores destruyéndolo y arrastrindolo todo a su violento e incontenible paso (Inf. IX, 64-72).
Qué es este terrible fenomeno arrebatador? Qué significa? La presencia del espiritu suele anunciarse con el soplo del viento. Spiritus ubi vult spirat. Es la gracia. Aqui es la presencia del ingel, ser santo de inteligencia amorosa y mensajero espiritual. Pero, como asi este estruendo, este vendaval horrendo. Es el anuncio infernal de la presencia del angel. El estruendo tumultuoso y el vendaval impetuoso y terrible es el signo de la resistencia del mal ante la presencia avasalladora e irresistible del espiritu. Dante-poeta, siguiendo las explicaciones de la época, atribuye a los "avversi ardori" la causa del "vento impetuoso" (vv.67-68). Es una explicacion fisica, plausible. Pero indudablemente se puede encontrar un sentido espiritual. Es el ardor del viento irradiante y expansivo del espiritu angélico lleno de luz y amor, frente a la resistencia del gélido odio tenebroso que emerge del pantano, el contra-espiritu del encono, de la amargura, de la envidia resentida. Dante-narrador da una explicacion de acuerdo con la fisica de la época. Pero, siguiendo el método de Beatriz en el Paraiso , podemos superponer, si no una interpretaciòn teològica, si una vision espiritual, por la cual, como se ha visto, sobre la escena sensorio-imaginal presenciada, se puede construir y, con ello, configurar noéticamente el sentido profundo que llena de hondura significativa la escena: se trata del contraste de ardores que causa el fenomeno fisico del vendaval y que expresa la oposicién entre el angel, portador de luz y amor, y el ambiente infernal, lleno de oscuridad irracional anti-espiritual y de odio y violencia; se trata de la construccion noético-espiritual que permite ver, en el episodio del tempestuoso vendaval, la oposicion de un mundo deteriorado levantada por la presencia del angel; se trata del enfrentamiento entre la actitud psico-espiritual angélica y la experiencia humana a niveles diabolicos. Puede pensarse que esta tempestad simboliza la distinta temperatura espiritual del angel y el medio anti-angélico infernal y que representa la antitesis y el contraste que también ocurre en la vida real entre el alma espiritual y el medio mundano que se le opone. Lo opuesto es lo maravilloso, cuando hay armonia y correspondencia entre el alma espiritualizada y la realidad exterior, que asi sirve de campo de expansion y realizacion de la fuerza del espiritu en la vida. Cuando el medio humano es hostil, entonces aparece la infiernizacion de la experiencia humana y la necesidad de la gracia. Es lo que estamos presenciando en el dantesco Infierno dantiano, simbolo de la atormentada historia del hombre.
El maestro Virgilio advierte a su discipulo, luego de haber liberado sus ojos para la vision que se prepara: "Or drizza il nerbo / del viso su per quella schiuma antica / por indi ove quel fummo è più acerbo" ("Ahora, pues, levanta y dirige la potencia aguda de la mirada y concéntrala a través de aquella vieja espuma, alli donde el humo es màs acerbo" Inf. IX, 73-75). Es que, donde menos se espera, ocurre lo inesperado. Alli donde el humo del pantano es mas espeso, dificil y agrio y la espuma mas rancia, envejecida y sucia, precisamente alli donde la realidad se muestra ruinosa, alli va a aparecer el aingel, la luz bienechora del cielo. Es lo que escribiera el poeta Hòlderlin: Wo aber Gefahr ist, wachst / Das Rettende auch" ("Pues donde està el peligro, crece lo que salva, también") . En la resistencia del mal se patentiza la fuerza del bien, en la adversidad de la realidad se muestra la potencia del espiritu. Es el sentido de las palabras de Virgilio: mira, enfrenta, agudiza tu conciencia de la realidad, no rebiiyas, cierra los ojos al peligro de la desesperaciòn, pero abrelos bien y penetrantemente a lo que aparece realmente adverso, el humo del pantano: y es alli cuando y donde aparece el angel!
Y entonces escapan y se hunden en el pantano todas las almas de los condenados, incluso aquellas que, aprovechando la ausencia de la vigilancia diabolica, habian salido a aliviarse a la orilla del pantano, ya que los esbirros demoniacos se habian encerrado tras los muros. Como sabemos, son los "gravicittadin" que temen al "grande stuolo", los acongojados ciudadanos de la ciudad infernal que, temiendo la agresiva vigilancia de la diabolica soldadesca, aprovechan de su ausencia. Pero ahora se trata de otra cosa: los réprobos huyen ante la presencia del angel, manifiesta, primero, en el violento vendaval. Es la fuerza del espiritu angélico que irrumpe en el ambiente infernal.
Y ahora presenciamos, asombrados, reverentes, con Dante y Virgilio, la aparicion misma del aingel. Se trata del que "pasaba la laguna Estigia con los pies secos", incontaminados, atravesando levemente y sin esfuerzo sobre el pantano sin mancharse de su negro y pitrido material acuoso. Es la trascendencia de la espiritualidad respecto de la realidad sordida y ensuciante. Es el nivel elevado de la vida espiritual que se desliza desasida.
El angel tiene grandeza y majestad. El angel abre un espacio de luz y de belleza. Un cierto gesto de leve disgusto, sin alterar su magnifica serenidad, enaltece su presencia luminosa y limpia en medio de la oscura fetidez del cenagal. Es el gesto de mover lenta, pero repetidamente, la mano izquierda para alejar la espesura pegajosa de los miasmas pestilentes que incesantemente emergen del pantano como humo negro. Es el gesto ligeramente desdefioso que revela el contraste que hay entre el angel, un aristocràtico habitante de la morada paradisfaca - el jardin del ser, el palacio de la existencia, el corazon de la vida - y los tristes habitantes del tugurio infernal, el hampa ontològica: demonios y condenados, el excremento de la muerte. Es una terrible y marcada diferencia de destino: el angel es y viene del nivel de los cumplidos, los que lograron la plenitud existencial, la union con Dios; en la laguna Estigia estàn hacinados, revolcindose o sumergidos en el barro los fracasados espirituales, iracundos, amargados, envidiosos, condenados, los que nunca llegaron a la beatitud, a la plena realizaciòn espiritual, y también los angeles caidos, los que perdieron por desamor la vida de la vida, todos ahora en la segunda muerte . Unos habitan, pues, el jardin del ser, que es el Paraiso (del persa "faradis", plural de "firdaws", jardin), son los Angeles y las almas de los bienaventurados, con Dios; los otros estàn confinados en el tugurio del universo que es el Infierno ("inferus" lugar inferior, subterrineo), los diablos y Ios réprobos, con Dite, el que "fu nobil creato / più ch’altra creatura" ("... fue creado més noble que otra criatura" Purg. XII, 25-26) y que es el que, siendo "la somma d’ogni creatura, / per non aspettar lume, cadde acerbo" ("la cumbre de todas las criaturas, por no esperar luz cayé agrio, inmaduro" Par. XIX, 47- 48) .
El angel Ilega, y con una varita y haciendo un infimo movimiento con ella, golpea la puerta de la ciudad que se abre inmediatamente, y luego apostrofa a los diablos. Hay una notable desproporcion entre la gravedad casi desesperada del impedimento y la simplicidad del acto del angel, entre la resistencia, casi insalvable, del obsticulo y la levedad de su remociòn, entre la complejidad del problema y la sencillez de la soluciòn. Estamos en la esencia del contraste entre la grosera complejidad de las situaciones de la experiencia de la vida y la sutileza ficil de la gracia. El gesto simple y sin esfuerzo del angel contrasta con el ensortijamiento volitivo de la rebeldia diabolica. El angel, que ha llegado precedido de un estruendo lleno de espanto, ahora actua en silencio, cumple con facilidad su cometido: abrir para los viajeros, el guia y el peregrino, la puerta. Ya està hecho. Ahora habla.
Dante-poeta decidiò poner en la boca del angel tres tercetos, nueve versos, en suma, un discurso de sesenta y tres palabras. Dada la sobriedad del angel y su sutil distanciamiento, parece demasiado, en un primer momento. Sin mayor analisis y ateniéndonos al primer efecto, se hubiera preferido mayor laconismo, en armonia con la actitud evasiva y superior del angel. Pareceria exceso de verbosidad para la elevada reserva y austeridad propia del angel y su discreta y directa mision practica, ya realizada. Pero un analisis mas agudo nos permite discernir diferentes partes en el discurso del Angel y dada la distinta naturaleza de tales partes se justifica la longitud de su discurso, puesto que asi se revela aun mas la sutil espiritualidad del proceder angélico. Y en especial, como vamos a ver, su desapego, su distancia respecto de la chusma demoniaca. En un primer momento el angel, como corresponde, apostrofa con energia a los demonios insolentes y recalcitrantes. Es la severidad, lo justo y adecuado. Les dice: "O cacciati del ciel, gente dispetta... / ond’esta oltracotanza in voi s’alletta?" ("Oh arrojados del cielo, gente despreciable... / de donde esta arrogancia en vosotros se alienta?", Inf. IX, 91-93). Hasta aqi el angel increpa a los demonios su grave falta y los ubica en los términos de gente despreciable que ha sido arrojada de lo alto, por lo cual resulta totalmente sin fundamento su arrogante pretensiòn. Si el angel se hubiese retirado inmediatamente después de haber pronunciado estas palabras, habria dejado una cierta impresiòn de enojo, lo cual no es propio de tal ser superior y mas aun ante tan infimos interlocutores. En cambio, con su toque de inteligente logicidad, las palabras que siguen puntualizan lo absurdo de la necia reincidencia en oponerse a una Voluntad superior omnipotente, inobjetable e inexorable y cuya realizacion no puede ser impedida por nadie y menos por aquellos insolentes que lo han pretendido infructuosamente muchas veces y que lo unico que de eso ha resultado es el aumento del dolor y de la pena. Estas son las palabras del angel, seguramente dichas con el tono de reproche de un ser inteligente que, un poco asombrado, enrostra al necio, sus dichos y actos absurdos: "Perché recalcitrate a quella voglia / a cui non può il fin mai esser mozzo, / e che più volte v’ha cresciuta doglia?" ("Por qué recalcitris contra aquella Voluntad /a la cual no puede truncarsele el fin y que muchas veces os ha hecho crecer el dolor?" (loc. cit. vv.94-96) Y en las palabras que siguen, vuelve a variar la entonacion expresiva enfatizando el tono irònico en este reproche de la inteligencia ante la necedad: "Che giova nelle fata dar di cozzo?" ("De qué sirve dar de coces contra la fatalidad?" loc. cit. v. 97). Y el angel que empieza con severidad, sin caer en absoluto en ira o irritacion, y que luego matiza con cierto reproche ironico propio del ser inteligente ante la necedad absurda y la estulticia de esa "gente despreciable", concluye abiertamente, con cierta socarroneria risuena y burlona superioridad, lo cual acrecienta su elevada distancia respecto de esos seres insignificantes y atrevidos, cuyo comportamiento necio e insolente no merece indignacion, recordindoles: "Cerbero vostro, se ben vi ricorda, / ne porta ancor pelato il mento e ’l gozzo" ("Si bien os acordais vosotros, vuestro Cerbero, todavia tiene pelado el hocico y el gaznate” loc. cit. vv. 98-99).
Es evidente que lo que, en una primera impresion superficial, pareciò un exceso de discurso por parte del angel, en un analisis més detallado, y observando los distintos matices de la expresion verbal en el curso de su intervenciòn, se nota claramente la necesidad de entender como asi el angel no puede sentirse ni mostrarse irritado ante esa "gente despreciable" y "arrojada del cielo". El angel, mas bien, actuò con sobriedad utilizando, sucesivamente, la severidad, el reproche inteligente y la ironfa frente a los absurdos del necio comportamiento diabolico y, por ultimo, utilizé el tono socarron del ser desasido y superior hacia aquellos seres, ridiculamente insolentes. La actitud del angel es senorial y serena, la inicial severidad y la terminal ironia, y, en todo momento, sin irritacion y con energia, todo ello nos confirma el contraste entre la grandeza de la naturaleza angélica y la pequenez mezquina de la hamponesca calidad de los demonios y de los condenados.
El enviado del cielo ha cumplido su mision. Las puertas de la ciudad estin ahora abiertas para que Dante- peregrino y su gufa Virgilio continien su travesia. Entonces el angel se retira. No mira ni dirige la palabra a Dante, ni a Virgilio. Ha terminado austera y eficazmente su tarea, no tiene absolutamente que dar explicaciones, los hechos estàn a la vista, ni menos aun esperar la aprobacion de los favorecidos ni tampoco la reacciòn de los circunstantes. El enviado del cielo retorna a las alturas desde donde ha venido. Es un ser de la cumbre de la vida. El angel pertenece a la vida paradisiaca, el jardin del ser. Es, por ende, ajeno al pantano mortal que todavia lo rodea. Ya el angel retorna a su intimidad contemplativa en lo profundo de su vida interior, y asi està reunido, recogido en eterna bienaventuranza, ya algo del resplandor divino ilumina su rostro sereno. Ya no atiende al sordido y lobrego entorno que lo rodea en el pantano y emprende el camino concentrado y desapegado: "... ma fé sembiante / d’omo cui altra cura stringa a morda / che quella di colui che li è davante" ("su semblante se hizo como de hombre a quien otro cuidado lo apremia y muerde que el de aquello que le està delante") (Inf. IX, 101-103). Efectivamente, se trata de lo que afirma Romano Guardini: "Y como abstraido por el arrobamiento de Dios, desaparece, sin dignarse a dirigir la palabra a los dos viandantes" (Romano Guardini, Der Engel in Dantes Gottlicher Komodie, "El Angel en la Divina Comedia de Dante", traduccién Castellana de Alberto Luis Bixio, Emecé Editores, S.A., Buenos Aires,1961). Sin embargo, seria dificil afirmar, como lo hace Romano Guardini, que "tiene este angel algo de inconmovible, de despiadado". En verdad, cumple exactamente la mision que se le encomendado, con austeridad, sin ninguna extralimitacion. Y en esto està su reserva, aqui si inconmovible.
La presencia del angel ha sido senorial y elevada, su actitud, por ende, distante y su actuaciòn austera, es decir, sobria, sin concesiones. Tiene razon Romano Guardini cuando afirma - aunque refiriéndose a los ingeles del Purgatorio, los cuales son infinitamente mas afables y suaves que el mensajero que acabamos de ver -, que, a pesar de ser seres "henchidos de amor", tienen "en su actitud de reserva, en el ripido llegar, algo de muy casto". Esto es cierto, lo que revela un no se qué de inaprehensible y superior, de respetable, en el angel, aunque no dejan de ser, precisamente por esa gentil distancia, amables, encantadores, capaces de seducir al alma humana deseosa y anhelante de una presencia maravillosa en el universo de seres llenos de grandeza, de inteligencia y de amor, cualidades supremas de la vida y que los ageles representan.
Tenemos ya los fundamentos para entender lo que significa la presencia del angel en el Infierno. Es el simbolo de la experiencia humana. El simbolo del advenimiento de la gracia. Por tanto, la presencia de la esperanza, en una situaciòn existencial extrema en la que se nos clava el punal del dolor y de la angustia. Es el estar en la duda radical y en el riesgo de la desesperaciòn. Y con ello la vida del hombre entra en el riesgo de caer en el antipoda de la conciencia abierta, libre, luminosa y que es la petrificacion, el hundimiento en la piedra, cerrazon, enclavacion, oscuridad. Es el estado antidivino, la mineralizacion pétrea, el contrapolo de la concienciaciòn espiritual. Es la paradigmatica situacion de Dante-protagonista en el Infierno.
Efectivamente, Dante-protagonista rodeado de la chusma psico-espiritual de la existencia humana deteriorada, los amargados de ira enconosa, los violentos de colera explosiva y los palidos envidiosos, se encuentra inmovilizado en el cumplimiento de su destino y en el riesgo de frustrarse el proyecto de regeneracion y salvaciòn y al borde de la desesperaciòn. Virgilio està alterado y dudoso, él ha tomado la responsabilidad del viaje ultramundano de Dante, pues Beatriz no le especifico el camino de salvacion . Virgilio representa desde antiguo la razon, el hombre racional .
Y eneste trance el instrumento humano propio para actuar en la vida, que no tiene la garantia acertada del instinto como el animal, falla. La reflexiòn y la electividad propios de la inteligencia racional, la superior dotaciòn del animal humano, resultan insuficientes, y hasta peligrosos, pues pueden llevara la desesperaciòn. Y por otro lado se esta prisionero de la irracionalidad de la vida afectiva en el nivel de la angustia casi desesperada, asediado por la arbitrariedad prepotente de la mente malevolente adversa y arrogante, rodeado por una humanidad fangosa y enclavada en la ira, la amargura y la envidia. Y la amenaza de la gorgona Medusa. Ya se esta en el borde del hundimiento de la conciencia espiritual en la petrificacion. El fracaso fundamental de la existencia: la pérdida de la bienaventuranza, la negaciòn de la contemplacion y union con Dios, la frustracion de la vida eterna. Es entonces cuando viene el angel.
Es la situacién existencial extrema: perplejidad, angustia, desamparo, frustraciòn, amenaza de violencia agresiva propia de la frustraciòn, en suma, el riesgo de desesperacion. Y es entonces cuando viene la Gracia. Es el angel, el anunciador de la Vida. El angel es el poder luminoso y benigno por encima de la potencia oscura y maligna. Es el angel, la eficacia del espiritu frente a la adversidad. Es el angel, la Ilegada de la luz en medio de la tiniebla circundante. Es el angel, el portador de la paz, de la alegria y del amor entre los hombres hundidos en el pantano oscuro de la amargura, la ira enconosa y violenta y la envidia torcida por el desamor. Es el angel, que nos abre la puerta para el cabal cumplimiento de nuestro destino, aunque implique entrar en màs honduras infernales, como en el caso de nuestro Dante.
El angel en el Infierno simboliza el advenimiento de una solucion espiritual frente a una situacion existencial gravemente negativa por lo que tiene de terror angustioso, de enclavamiento, de desesperanza. El espiritu en la vida, salva. El angel, en la realidad, protege y ayuda. No habra ya llegado la hora de reincorporar la experiencia angélica como parte esencial de la experiencia humana de la vida elevando asi el nivel de la situacion psico-espiritual? Es la tarea de una Psicologia Fundamental.